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Autismo y Neverwinter Night

Autismo y Neverwinter Night – No me había dado cuenta lo muchísimo que los juegos de rol me habían ayudado en la vida hasta hace poco. En muchos aspectos, (gracias a un Juego de rol online conocí a mi marido) pero sobre todo en abrirme a los demás y en perder miedos y fobias sociales.

En estos 10 años sin jugar al rol he perdido muchísima práctica y habilidades. Debería haber ido a cortarme el pelo hace meses, pero aquí ando, con greñas, solo por la ansiedad que me da bajar y pedir cita. Tendría que haber llamado para que vinieran a ayudarme en la casa hace meses, y soy incapaz de hacerlo. Y como esas, podía contaros mil situaciones. 

Hace unos meses comencé a acercarme de nuevo al rol. Primero compramos libros nuevos y dados para empezar en casa, o en la enorme tienda de rol que hay en Jerez. Pero también regresé al juego con el que más he aprendido, el Neverwinter Night.  

NwN Autismo y Neverwinter Night

Autismo y Neverwinter Night

1ª Parte

Ya sabia que tendría problemas para iniciar cualquier tipo de rol con mis personajes, pues mis propios problemas para iniciar una conversación se reflejarían en ellos, así que me hice una mediana con problemas mentales. En la que mis miedos a meter la pata en roles, facciones, historia, trasfondo, etc. quedaran enmascarados en locura. Así nació Lunia Cake.

La cuestión es que me pirra llevar elfos, así que cuando decidí hacer otro tipo de personaje más encaminado a participar en los trasfondos de Puerta de Baldur (el server del never donde jugaba mi marido y al que ahora empecé a jugar) la cosa se complicó. 

Es un servidor impresionante, con muchos trasfondos, información, reglas y datos a tener en cuenta. Tiene un trabajazo a nivel técnico increíble, y a nivel DM elogiable, nada que ver con los servidores donde jugaba o era DM hace 10 años. Y sobre todo es un servidor con muchos jugadores, donde hay que ir en grupo de aventuras y hay facciones distintas donde encajar. 

Podía haber hecho lo fácil, hacerme un personaje que pudiera jugar con mi marido (una vampira llamada Hécuba), pero quise hacerlo por mí sola. En seguida encontré algunos jugadores que me facilitaron el camino, me enseñaron lo que tenía que saber y a conocer la dinámica del servidor. Después de meses, sigo aprendiendo cosas básicas. 

La dinámica de juego es más sencilla si haces amistades. Entras y mandas algún saludo, algún mensaje en privado (verdear que le llamo) o buscas los sitios donde suele haber personajes. Ahí es donde tengo EL gran problema. 

En vez de entrar con normalidad, ese muro mío, esa dificultad, me bloquea. Espero a que me verdeen o inviten, si entro al servidor y nadie me habla en unos minutos, el bloqueo es total. Simplemente me voy con el personaje por ahí, sin participar o interactuar. Eso crea el bucle, de «jugadora» rara, o que no quiere interactuar. Como veis, es como la vida misma, pero llevada a un juego. 

Prefiero las escenas sencillas, con poca gente, a escenas grandes y épicas, aunque he participado en algunas al principio. Las tramas largas, donde tienes que buscar tu hueco, prefiero hacerlas de la mano de alguna facción. Si tengo que ir a un DM, o al foro, a pedir participar puede pasarme como en el corte de pelo. Incluso llamar al DM por algún problema (quedarme encerrada en una pantalla) puede costarme unos minutos de respirar hondo. 

Lo que no quiere decir que no me lo pase en grande jugando. Para mí incluso ir a picar hierro es divertido, igual que ir a una cueva llena de criaturas, o rolear alrededor del fuego en los llanos. Divertido y relajante, además de una terapia de choque social.

También creé a Samara Selesar, una elfa que tiene muchos signos con los que me siento identificada, y es una especia de «mini reivindicación» sobre la timidez, la torpeza o el ser retraído. Algunos con mucha guasa la han apodado Setamara» o «SetaManta», pero incluso me divierto roleando esa diferencia que a algunos nos hace especiales de algún modo. 

¿Pueden los autistas encajar en un juego social y encaminado al rol entre personajes? Sí. ¿Cuesta? Mucho. Pero los momentos buenos y divertidos son muchos más que los malos. 

Para algunos mis personajes no son «ambiciosos» en su rol de héroes, porque simplemente no lo son. Para ser héroes hay que encajar en una meritocracia que simplemente soy incapaz de sobrellevar como jugadora. Ni por mis problemas de comunicación o sociales, ni por edad, ni convicciones. No quiero tener un personaje épico, ni ser la mejor en nada, solo jugar, pasar el rato y tener una conversación sobre licántropos, sobre algún ataque a una ciudad, o reírme un poco haciéndome pasar por maga con Lunia. 

Mis personajes se quedarán a nivel 12 (es uno de los cortes a pasar por méritos) lo acepto sin problemas. Mi premio es llevar mis personajes venciendo a un enemigo que otros no tienen, y que me da más px en la vida que cualquier otro bicho de la pantalla final, o fin de trama.

Y también están cosas como estas, que te hacen ganar niveles de seguridad en una misma de forma más satisfactoria que si llegaras a ser la Paladina más conocida de Faerûn.

2º Parte

Tras año y medio jugando muchas cosas han cambiado. Donde dije digo, digo Diego, como suele pasar. En algún momento entré en esa meritocracia de la que renegaba y ya las sonrisas no eran tan sinceras, ni los compañeros tan compañeros. Los niveles de estrés y frustración social aparecieron y tuve que pararlos, alejándome de algunos comportamientos que me hacían daño.

En un servidor donde el factor social es tan importante pasa como en la vida misma. Te encuentras con escoyos insalvables y haces lo mejor para tu salud mental, y eso es alejarse de tales personas. Tras este tiempo jugando he visto lo mejor y lo peor en este tipo de juegos, reflejo de lo que es la sociedad actual. 

Sigo con problemas para empezar una conversación, o interactuar de inicios con algunos personajes. De otros jugadores huyo como de la peste, pues estar a disgusto en un juego es de lo más absurdo. 

Lunia terminó desapareciendo, en gran parte por haberme centrado en mi personaje principal hasta hace unos meses, Samara. Tras llegar a lo que eran los objetivos de la elfa en un inicio (ser militar como su padre), ser condecorada con un Batallón en su nombre y tener una distinción por su participación en la Guerra contra los Ilícidos, la elfa solar se casó y va camino de ser madre. Y tras dejar el personaje en el mejor momento, pedí una subraza que me obligara a tomar mayores retos. 

Ahora tengo una Vampira, Selina Ferenczy, y estoy viendo lo difícil que es ser «personaje malo» en el servidor. Irónicamente, en la región de «seres malvados» he encontrado mejor ambiente y menos puñaladas que en otras regiones «buenas» del servidor. 

He vuelto a jugar para disfrutar, rolear y salir del juego con una sonrisa en la cara. De nuevo mis dificultades me volverán a pasar factura, pero aprendo mucho más de lo que puedo hacerlo ahora en la realidad, confinados casi con la maldita Pandemia. 

También he hecho buenos amigos, pocos, pero me bastan. Sobre todo uno, que entendió desde el primer momento mi manera de rolear y mis «cosillas raras», me enseñó todo lo que debía saber de la ambientación teniendo paciencia conmigo (y yo aguantándolo a él también). Aunque también nos tiramos de los pelos y discutimos día si, día no. ¡Incluso hace poco me envió unos regalos super chulos!

Fijaos la figurita de Ilícido tan chula, tras la Trama Ilicida me ha hecho mucha ilusión. El cuaderno para la Vampira, es genial. El R2D2 es un USB de 16 Gb para el peque, y hay más regalitos geniales. ¡Gracias Albert!

Vuelvo a plantear las anteriores preguntas: ¿Pueden los autistas encajar en un juego social y encaminado al rol entre personajes? Sí. ¿Cuesta? Mucho, muchiiiisimo. Pero los momentos buenos y divertidos son muchos más que los malos, y aprendes a huir de estos.

3º Parte

Y todo tiene un final. Un tope que no puedes soportar y haces lo que siempre haces, apartarte y huir. Entrar en Burnout, o tener un episodio de Shutdown es perder las ganas de volver a tocar ese juego.

Se que la toxicidad es parte del mundo actual, y que tengo que aprender a soportarlo, pero cuando te afecta a la salud leer algunas cosas, opiniones, o conversaciones mejor dejarlo.

En mi ultima etapa en el NwN he sido DM del server dos veces y dos veces lo he dejado, sobre todo por mi salud. La primera por salud física al empezar a sufrir Hipertensión propia de mi edad. Y la segunda mental tras leer un recopilatorio de screen tóxicas enviadas a mala leche, donde gente que me ponía buena cara y me hablaba amable me ponían como los trapos por atrás.

Lo que más me dolió no es el hecho, sino que alguna de las criticas a mi trabajo eran por rigidez, algo que por mi autismo intento suavizar. La chanza y algunas palabras sobre este tema me dolieron mucho, y sabiendo que la respuesta no era posible, decidí dejar lo que es un simple juego.

Durante mucho tiempo me dediqué a juegos en solitario, cerré Discord y todo contacto. Tras el periodo de limpieza y salir un poco de la crisis, he encontrado juegos maravillosos y nuevas comunidades donde empezar y disfrutar del rol.

Hasta hoy tenia el NwN aun en el PC, pero tras un fin de semana disfrutando de comunidades donde estoy muy a gusto, he optado, tras muchos años, a desinstalarlo.

Nunca olvidaré lo que me dio este juego: a mi marido. Lo demás, es pasado.

Divisor Autismo y Neverwinter Night

Lianchio

Mi nombre es Rocío y vivo en Jerez de la Frontera (Cádiz) España. Mis inicios blogueros se inician coincidiendo con mi maternidad. Ahora, Pensionista, dedico mi tiempo a mi familia, mis blogs, mi ocio y mi hogar. AspyMadre, DiscaBloguer, FrikiGamer.

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